Quisiera que la oscuridad no cubriera mis palabras, que lo que tengo de ti en el fondo de mis recuerdos no se desvaneciera con cada mirada.
Fragmentos. Tu labio de abajo, la cordillera de tu espalda,
tu risa nerviosa, la mirada de angustia, el sabor de tu cuello, las veces que
sin decirme nada me hacías perderlo todo. También el miedo. El miedo de saber que
después de ti solo cenizas. Y nunca más sentarse a contemplar el incendio.
No hay nada que pueda ganar al juntar tus fragmentos, porque
recordarte es perderte. Sin embargo, quién soy yo para olvidarte, si poco queda
en mí de ese niño que suplicó cariño cuando yo sólo deseaba arder en Roma una vez más.
R. Blancas
5 comentarios:
Muy bueno. sobre todo lo de arder en roma...
;-) Yeah!
Muy lindo. Me ha encantado.
He visitado varias entradas y me han encantado.
Quiero felicitarte por tu blog. ESpero que puedas pasarte por el mio:
http://librospuenteaotrosmundos.blogspot.in
Un saludo.
Curioso..., los niños solemos jugar con fuego, porque el juego debe ser difícil...
Hola! cómo estás no se si te acuerdes de mi pero yo te si...te dejo mi ig por si quieres volver ha hablar. @mirame_casi_siempre , saludos.
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