jueves, 18 de febrero de 2010

LITURGIA (NUEVA VERSIÓN)

“Señor, sólo una cosa te pido, que me concedas olvidar todo esto que he hecho y que entiendas que lo hice en tu nombre; tú que perdonas, tú que misericordioso eres, llévate mis pecados pues arrepentida estoy”. Rezaba la mujer, arrodillada frente a aquel cuerpo inerte con los ojos aún abiertos. Sostenía fuertemente su viejo rosario mientras le cerraba los ojos con la ternura de una madre que arropa a su hijo y le desea las buenas noches. Lo arrastró hasta al sillón y con un empujón lo acomodó frente a la televisión. Apretando su rosario aun más fuerte, abrió su bolsa y sacó una hoja doblada que no poseía muchas líneas en tinta negra. La colocó cuidadosamente en la mesa del control, frente a la lámpara que ella misma le había regalado cuando se mudó a aquel departamento. Tomó el frasco con las pastillas que sobraban y las regó a su alrededor. Terminando con lo planeado, como una de tantas liturgias, volteó a verlo por última vez antes de irse.

“Y a ti… con esto condono a tu alma para que dejes de pecar, para que dejes de engañarte y para que absuelvan tu alma por esta vida tan terrible que decidiste llevar. No, Dios no perdona a los de tu clase, por eso yo te salvé… hijo mío”.

-Roxana Blancas


Pues después de mucho enseñar este cuento, mi adorado amigo Guillermo Vega me dio una clase sobre cuento y me ayudó a mejorar éste que ya había publicado aquí. Sé que me falta mucho para afinar la técnica, pero este cuento me gusta mucho, por eso decidí volver a enseñarlo, pero ahora en su versión final. ¿Alguien me lo quiere publicar? xD


Cheers!