El puente hacia la felicidad cayó frente a nosotros. “¿Qué vamos a hacer ahora?” me preguntó con sus ojos de ansiedad y desolación. “Buscar” le contestó una voz que ciertamente ya no era la mía. Nos miramos por unos minutos; sabíamos que estábamos perdidos, que la única manera de volver se había desplomado frente a nosotros, dejándonos en esta tierra donde ya nada crece. Ya no había ningún otro puente en pie, buscar sólo nos dejaría en el mismo lugar en el que empezamos… odiándonos un poco más tal vez.
Todo estaba escrito a partir de ese momento. Las siguientes semanas fueron tan sólo la espera de lo inevitable. Pero lo inevitable no sucedió. Fue aun peor de lo que esperábamos.
Por eso cada año volvemos aquí, adonde el puente hacia la felicidad cayó junto con nuestras esperanzas. Quizás un día… quizá…
Roxana Blancas
4 comentarios:
Una anécdota muy interesante, ese puente me resulta familiar, ha estado en la vida de muchos.
Gracias por pasar por mi blog, saludos!
puentes... tan raros, siempre nos llevan de un lugar a otro evitando un espacio... cosas raras de lo público.
saludines
hola. hasta ahorita vi que hiciste un comentario en un post que escribí hace más de un año. late thanks.
Me ha encantado ver que redondeabas mi número de seguidores, más me ha gustado aún tu descripción de perfil y ha sido la leche cuando al abrir tu blog me he topado de frente con Ewan Mcgregor y su conocido 'Choose life'.
He estado cotilleando un par de textos (desde el último hasta éste) y me gusta mucho tu creatividad mezclada con pequeños post-diario.
En definitiva, tienes aquí a otra nueva seguidora, son las 7 de la mañana y debería irme a dormir, pero mañana cuando llegue seguiré ojeando.
Siento la parrafada.
Un beso =)
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