domingo, 3 de julio de 2011
LA INCONSTANCIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS
viernes, 3 de junio de 2011
I'M A LOSER BABY!
Sabías que la espera podría prolongarse como suelen hacerlo esas horas en las que lo anhelado se esfuma. Pero ¿quién podría culparte? Sólo necesitabas sentir su aliento en tu cuello una vez más, ver su rostro entre tus piernas dibujando un deseo que se piensa pero que jamás… jamás se dice. Y lo que dicen por aquí es que eres la caricatura de una noche frustrada, los tacones gastados que habrán de colgarse al lado de la cama en la espera de que la siguiente noche sea diferente. Al final, ellos qué saben, tal vez la siguiente persona que cruce la puerta se atreva a encontrarte detrás de todo ese rojo carmín y decida quedarse…
Roxana Blancas
lunes, 30 de mayo de 2011
SONATE DE MINUIT
Las palabras eran su arma letal, podía desarmar a cualquiera con sólo una oración; aun sin conocer al oponente, sabía exactamente qué palabras podrían atravesar la piel como una espada. Pero ¿de qué le servía semejante poder ahora? Ahora que temblaba como niño asustado y que ni una sola palabra podría defenderla de ese inevitable conjuro. Él no dijo nada, una sola mirada atravesó su pecho y le quitó el aliento. Sin verbos ni sujetos ni conjunciones ni complementos, él acertó y se fue. Su piel brillaba como la luna y sólo esperaba que aquel rojo carmín que recorría su vientre no tardara mucho en definir su punto final.
Roxana Blancas
Esta minificción se me atravesó sin ninguna fotografía, pero de alguna manera va hilada en este ciclo de relatos cortos. ¿Minificciones o cuentos cortos? Las nomenclaturas me dan dolores de cabeza, quizás empecé a llamarles minificciones por el concurso al que me metí de Alberto Chimal. Lo cierto es que me gusta la brevedad. Entre menos palabras para mí es mejor. Tal vez incursione en las microficciones. Y que conste que no me gusta esto por la economía del lenguaje, simplemente me parece fascinante el reto de describir el mundo en pocas palabras.
En fin...
domingo, 29 de mayo de 2011
DE LA FOTOGRAFÍA A LA MINIFICCIÓN: NIEBLA
miércoles, 18 de mayo de 2011
DE LA FOTOGRAFÍA A LA MINIFICCIÓN: LA OTRA ORILLA
Seré el pretexto que se calla entre ustedes dos. Iluminada en ese amordazado deseo de ser la protagonista, me conformaré con mirar la historia desde el último asiento en la sala. Celestina por despecho, solitaria por convicción, recorreré una y mil veces este camino hasta llegar a esa orilla en la que soy yo quien te arranca las ganas.
Roxana Blancas
lunes, 16 de mayo de 2011
DE LA FOTOGRAFÍA A LA MINIFICCIÓN: ARACNOFOBIA
Las arañas de su mente trepaban por la noche, escupían su veneno y se iban al amanecer. Por la mañana parecía tener resaca, se sentía cansado, contaminado de algo que no era capaz de pronunciar. El desayuno sabía cada vez más extraño, de pronto tenía ganas de tirarse en una esquina y dejar el día pasar sin salir de la oscuridad. Una tarde, cuando ella lo besó, no pudo evitar ese horrible impulso que venía desde el estómago y la tomó como con ganas de destrozarla. Asustado de sí mismo regresó a esa esquina donde ahora resplandecía su cochón. Las arañas de su mente volvieron a trepar, escupieron su veneno y huyeron con los primeros rayos de sol. Juraría que despertó de cabeza, sus extremidades formaban varios pares que le permitieron guardar el equilibrio en la pared. Corrió a mirarse en el espejo cuando sintió en sus labios unos pequeños colmillos. Al mirarse se dio cuenta de que nada había cambiado, su rostro era el mismo, no había colmillos ni extremidades de más… sin embargo…
Roxana Blancas
jueves, 24 de febrero de 2011
AL FIN
miércoles, 9 de febrero de 2011
DE LA SUERTE Y OTROS MALES
Tendría que explotar. Para que el vértigo y la sensación de fracaso se vayan… tendría que explotar. Desde el estómago se dictan los siguientes pasos. Uno, dos, tres. ¡Pum! Pero sigo aquí, mi bendita suerte no me deja ir. Aunque ya no me queda mucha de esa. Por suerte.
Pienso que sería más fácil que aceptaras que nada de esto es mi culpa, que simplemente soy víctima de las circunstancias, que bla bla bla bla; y que un día si ya no me encuentras simplemente pensaras que fui al baño, o al cine, o al parque, o a buscar más gatos. O que simplemente aceptaras que me fui porque ya no podía ser, ni estar…
Pero me buscarás, eres necio y me buscarás. Y para ese momento la punzada que atravesaba mi estómago ya habrá atravesado mis manos. Ya no seré yo quien escribe, ya no seré yo quien piensa. Los pedazos de mí inundarán la única habitación en la que se te ocurrirá buscarme. Y si tienes suerte, podrás darte la vuelta y fingir que fui al doctor antes de que esos pedazos te cuenten historias.
Mas si es demasiado tarde y se te ocurre hacerles caso, que busques una explicación no servirá. Tampoco reunir los pedazos para pretender otro rato. Pretender es un arte que no dominarás. Se requiere de un astuto cinismo que a ti se te escapó cuando aprendiste a sonreír. Y para mí… pretender es un vicio que necesitaba dejar.
Por eso a los pedazos hay dejarlos regados, guardados en esta habitación que contendrá un fracaso que no puede ser contado, que no puede estar a tu lado. Y para eso sólo tengo que esperar a que la suerte cuente sus últimos triunfos. Uno, dos…
Roxana Blancas