martes, 14 de julio de 2009

LA HORA DE LA VERDAD

Fragmento tomado del libro Lo que debe saber el inconsciente de Sofía Lapislázuli.

Hay que ser sinceros en la medida de lo posible, especialmente con nosotros mismos. Mentirle al mundo es tan sencillo que casi carece de méritos. Pero aquellos que logran engañarse a sí mismos merecen un reconocimiento a parte. Muchos construyen nuevos recuerdos a la par de sus mentiras, y tienen complicaciones a la hora de distinguir los reales de los inventados. Se han registrado casos en donde las personas borran por completo sus recuerdos verdaderos y viven de aquellos más felices que su imaginación creó. Si las personas se comprometen al mentir, al recordar, al recolectar momentos, ¿qué tan bueno resulta serle fiel a los recuerdos verdaderos si, a la hora de recordar lo que en verdad pasó, no logramos apegarnos a los acontecimientos verdaderos? Recordamos a conveniencia, olvidamos por necesidad. Quizá a la hora de ser sinceros con nosotros mismos y recordar, convenga endulzar todo un poco con una sana dosis de mentiras, después de todo, las mentiras hacen de este mundo un lugar más soportable.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Antes que nada, gracias por el comentario en mi podredumbroso blog (gracias por lo de lo "bueno" en lo que escribo). He leído el tuyo y me parece muy bueno; "postear" esas cosas como la de Chuck Norris o la Miss Panamá son invaluables, me has hecho reír un rato. Tus reflexiones son profundas, cómo me gusto la memoria aleatoria, yo quiero tener una sección así. Me la paso recordando cosas de mi pasado constantemente y sin ningún sentido.
Ahora, creo que sería bueno eso de la generación. El tocayo tiene buenas ideas; deberíamos reunirnos un día de tertulia para hablar de eso, sin ruido de cantina pues. Eso sí, que no me quiten la copa de la mano porque me vuelvo lingüísta (sí, cuando escribo lo del blog estoy pedo o deprimido y se me sale lo seudopoeta o lo seudoliterato o seudoloqueseamenoslingüísta)
Con respecto a esta entrada: yo creo que para algunos, sobre todo los Lázaros, es mejor mentirse constantemente porque de verdad debo admitir que pienso que el mundo apesta. Crear, beber y leer hacen del mundo un tormento un poco más llevadero, sí que estoy de acuerdo. Si no ¿cuál es la materia prima de la literatura? (Incluso en los textos más objetivos hay que inventar palabras, parir metáforas, recrear escenas y modificarlas; todo para que el éxito comunicativo no se vea mermado).

Bueno, ya me extendí demasiado (por eso no pude escribir en tu CBox).

Me retiro, espero que las vacaciones te traten mejor (apenas son las 10 de la mañana y ya quiero que se acabe el día)

(Por cierto, tengo una manía incontrolable a comentar lo que digo, ¿verdad que no se nota?)

Me largo (es mi forma de decir "hasta luego (ciao))

Chuc dijo...

Hasta ahora me doy cuenta:

Tarumba!!??

Sabines!!!!!

Taяuмвa dijo...

Jeje, Lázaro! por mí debraya todo lo que quieras en mi blog, es muy agradble leerte. Gracias por tus comentarios y no puedo más que seguir pendiente de lo que escribes y molestar a Adriano para llevar a hechos todo lo que nos promete.

Chuc!! Obviously, Sabines... Ay, Tarumba tú ya conoces el deseo. Te jala, te arrastra, te deshace [...]. Ese libro es mi favorito, y bueno, es obvio fanatismo hacia él =0.