A veces -esas veces que suceden en días como hoy- reconsidero mis metas, repaso mis sueños y los sobre analizo respecto a lo que he avanzado y a lo que he hecho por ir tras ellos. El último gran paso que di para perseguir mi gran sueño y mi meta más grande fue elegir Lengua y Literaturas Hispánicas, hacer el examen, quedarme e inscribirme… de ahí en adelante nada ha ido como pensaba/esperaba/quería/imaginaba.
Mi apatía, mi flojera, mi desidia y todas esas cosas que me han atacado desde siempre, hoy se han hecho más presentes que nunca. Si planeo llegar a algún lado… voy por un camino que lleva a una pared larga, larga, larga y una flecha hacía todos esos trabajos que me juré jamás tomaría ni por hambre. Todo lo que pensé que ya tendría aquí, en MÍ, ¡no está! Ojalá hablará de cosas materiales, desafortunadamente me refiero a cosas que el dinero jamás podría darme. Llevo casi dos años de carrera y me siento más neófita que cuando entré… Llevo casi dos años de carrera y no he hecho nada por hacer contactos, por intentar ser publicada (obvio, publicaciones al alcance de alguien que empieza), por intentar destacarme, por intentar ¡algo! Roxana va con la corriente, cómoda, sin preguntar, sin hablar, pero esperando que todo le caiga en las manitas de princesa que el cero trabajo le ha dado.
A veces me asusta preguntarme qué se necesitará para despertarme, para que este análisis infinito se vuelva acciones.
Lo que sea habré de forzarlo, habré de forzarme… finalmente voy tras mi pasión (¿qué más quieres?).
Bueno… después de analizar todo eso, de darme de topes contra todas las paredes, de regañarme y de aceptar que seguiría otro semestre con la misma actitud, me dispuse a leer al único hombre que puede erizarme la piel con sólo pensarlo. Volví a leer ese poema que me dio el tiro de gracia y me trajo definitivamente a éste loco camino de los escritores wanna be… y retomé la ilusión de cuando tomé clases por primera vez en mi Facultad. Es como si jamás lo hubiera leído cada vez que empiezo. Me da todas las respuestas y el consuelo clamado… por más debrayado que eso pueda sonar, finalmente la poesía es eso... y vaya, nadie dijo que esto sería sencillo
En fin… no más drama, dejo a Sabines hablar.
Después de leer tantas páginas que el tiempo escribe con mi mano,
quedo triste, Tarumba, de no haber dicho más,
quedo triste de ser tan pequeño
y quedo triste y colérico de no estar solo.
Me quejo de estar todo el día en manos de las gentes,
me duele que se me echen encima y me aplasten
y no me dejen siquiera saber dónde tengo los brazos,
o mirar si mis piernas están completas.
"Abandona a tu padre y a tu madre"
y a tu mujer y a tu hijo y a tu hermano
y métete en el costal de tus huesos
y échate a rodar, si quieres ser poeta.
Que no esclavicen ni tu ombligo ni tu sangre,
ni el bien ni el mal,
ni el amor consuetudinario.
Tienes que ser actor de todas las cosas.
Tienes que romperte la cabeza diariamente
sobre la piedra, para que brote el agua.
Después quedarás tirado a un lado
como un saco vacío
(guante de cuero que la mano de la poesía usó),
pero también quedarías tirado por nada.
Yo me quejo, Tarumba, de estar sirviendo a la poesía y al diablo.
Y a veces soy como mi hijo, que se orina en la cama,
y no puede moverse, y llora.
-Jaime Sabines