He: tengo que decirlo
Me: no lo hagas, ya lo sé...
He: quizá sea necesario que lo escuches de mí
Me: podría ser muy peligroso
He: ¿por qué?
Me: porque probablemente no te dejaría cruzar esa puerta
He: ¿y eso sería malo?
Me: ***, sabes que no podemos
He: quizá siempre hemos podido y he sido yo él que desperdició tiempo
Me: ¿cómo podríamos?
He: he leído lo que escribiste acerca de mí, de nosotros... sabes que podemos
Me: y yo que pensaba que ya no leías mis poemas
He: trato de no hacerlo muy seguido, embrujas con tus palabras
[me mira fíjamente con esos fulminantes ojos cafés]
Me: *smiles* no me veas así
He: ¿cómo?
Me: así, con esos ojos...
[me volteo a ver la ventana y él busca mis ojos con los suyos]
He: no evadas mi mirada
Me: tu mirada me hace lo que a ti mis palabras... y podría devorarte
He: ¡hazlo!, no te detengas, ¡hazlo!
Me: ¿devorarte?
He: y lo que sea que quieras hacer conmigo, ¡hazlo!
Me: demasiada responsabilidad, sabes
He: y nadie mejor que tú para manejarla
[él se empieza a acercar más... y más a mí]
Me: ¿qué estamos haciendo?
He: lo que queremos, lo que necesitamos
[trata de tomar mi mano y yo la retiro con un dejo de susto]
Me: no me toques... podrías matarme
He: no puedo no hacerlo, o moriría
Me: moriremos los 2 de cualquier manera *laughs*
He: ¿ves? Hagámoslo entonces de la mejor manera
Me: no tienes remedio...
[long, long, long kiss...]
domingo, 25 de febrero de 2007
miércoles, 21 de febrero de 2007
YOUR LOVE IS ELECTRIC
Y podría escribir mucho sobre todo esto (nosotros).
Podría contar cómo empezamos, cómo supimos que teníamos que estar juntos, cómo lo decidimos, cómo todo desde entonces parece ir maravillosamente.
Pero hoy no puedo, porque es de nosotros (esto).
Mi vida no estaba deshecha, no necesitaba una salvación, no necesitaba nadie que se hiciera cargo de mi corazón o de mi cabeza.
No es que hubieras llegado a solucionar mi existencia y mis problemas… veo más bien que llegaste justo cuando mi vida era tan llevable (aunque haga mis dramas en vasos de agua cada semana) y maravillosa que por fin podía compartirla con alguien más.
Y entraste. Te sentaste. Miraste detenidamente cada rincón (quisiste estar seguro). Y te quedaste. Te quedaste =)
No somos casualidad… somos causalidad ;)
Podría contar cómo empezamos, cómo supimos que teníamos que estar juntos, cómo lo decidimos, cómo todo desde entonces parece ir maravillosamente.
Pero hoy no puedo, porque es de nosotros (esto).
Mi vida no estaba deshecha, no necesitaba una salvación, no necesitaba nadie que se hiciera cargo de mi corazón o de mi cabeza.
No es que hubieras llegado a solucionar mi existencia y mis problemas… veo más bien que llegaste justo cuando mi vida era tan llevable (aunque haga mis dramas en vasos de agua cada semana) y maravillosa que por fin podía compartirla con alguien más.
Y entraste. Te sentaste. Miraste detenidamente cada rincón (quisiste estar seguro). Y te quedaste. Te quedaste =)
No somos casualidad… somos causalidad ;)
Etiquetas:
Debraye,
Prosopoesía
domingo, 11 de febrero de 2007
LOVER I DON'T HAVE TO LOVE
Amo esta canción de Bright Eyes con cada fibra de mi ser.
Fue mi himno por dos meses cuando mi última relación se acabó.
Andaba youtubeando y encontré este maravilloso clip.
Combina una rola genial y escenas de cowboys sexys besándose... lol, no puedo pedir más XD.
Fue mi himno por dos meses cuando mi última relación se acabó.
Andaba youtubeando y encontré este maravilloso clip.
Combina una rola genial y escenas de cowboys sexys besándose... lol, no puedo pedir más XD.
Etiquetas:
Debraye
viernes, 9 de febrero de 2007
CONTANDO...
Cosas que como vienen se van...
personas que hablan
acarícian y prometen
y luego se esfuman con la noche
para jamás regresar
(el narrador lo dijo cuando él subió a su auto y se fue... "jamás volverán a verse").
Me pregunto qué te obligó a ti a partir.
Qué fue tan fuerte para invitarte a dejar éste "nosotros" que iba tan bien.
Parece que últimamente las respuestas y las explicaciones simplemente se me niegan.
Y me quedo aquí abrazando mis dudas
pidiéndoles que dejen de retorcerse
que dejen de jalarme la piel.
¿Cuántos días, cuántos lugares, cuántas personas más tendrán que pasar?
Para que quien se va a quedar aquí, en mí, llegue.
... ¿por qué sigo contando?
Es inútil.
Todo aquí es inútil y sustituible.
Como siempre yo pensaba que serías tú.
Pero tú tenías algo más en mente, algo que me pasaba de largo.
Gracias por preguntar.
Buen viaje.
-Roxana B.
personas que hablan
acarícian y prometen
y luego se esfuman con la noche
para jamás regresar
(el narrador lo dijo cuando él subió a su auto y se fue... "jamás volverán a verse").
Me pregunto qué te obligó a ti a partir.
Qué fue tan fuerte para invitarte a dejar éste "nosotros" que iba tan bien.
Parece que últimamente las respuestas y las explicaciones simplemente se me niegan.
Y me quedo aquí abrazando mis dudas
pidiéndoles que dejen de retorcerse
que dejen de jalarme la piel.
¿Cuántos días, cuántos lugares, cuántas personas más tendrán que pasar?
Para que quien se va a quedar aquí, en mí, llegue.
... ¿por qué sigo contando?
Es inútil.
Todo aquí es inútil y sustituible.
Como siempre yo pensaba que serías tú.
Pero tú tenías algo más en mente, algo que me pasaba de largo.
Gracias por preguntar.
Buen viaje.
-Roxana B.
Etiquetas:
Prosopoesía
miércoles, 7 de febrero de 2007
HUELO A TI
Huelo a ti, amor,
a tus deseos
a tus miedos
a tus recuerdos
a tus besos,
esta noche huelo a ti.
Mi piel nunca se perturba
mi piel no es sencilla de descubrir
mi piel esconde tanto
mi piel, amor, huele a ti
a tus manos
a tus ojos
a tus pasiones,
llevo prendido en mi cuerpo
el olor a ti.
¿Puedes sentir mi alma?
Porque yo a veces siento que la pierdo,
pero hoy, amor…
… mi alma huele a ti,
es por eso que sé que está aquí,
que al menos hoy no se ha ido a ningún lado.
Huelo a ti, amor,
a tu esencia
a tu fragancia
a tus desgastes
huelo a ti… no hay más.
Huelo a ti, amor… no me volveré a bañar.
Escribí estas líneas hace tantos años. Sin embargo, cada que alguien cautiva a mi mente, a mi alma y a mi cuerpo... las líneas vuelven a estar más vigentes que nunca. Como si las escribiera por primera vez.
Hace unos días, después de que me dejaste en mi casa, recordé línea por línea y las recité hasta llegar a la puerta de mi cuarto. En verdad olía a ti. Y fue delicioso. Amanecí con el sabor a ti en mis labios y con tus palabras en mi cabeza en un constante rewind and play. Qué maravillosos son los inicios, ¿no?
=)
a tus deseos
a tus miedos
a tus recuerdos
a tus besos,
esta noche huelo a ti.
Mi piel nunca se perturba
mi piel no es sencilla de descubrir
mi piel esconde tanto
mi piel, amor, huele a ti
a tus manos
a tus ojos
a tus pasiones,
llevo prendido en mi cuerpo
el olor a ti.
¿Puedes sentir mi alma?
Porque yo a veces siento que la pierdo,
pero hoy, amor…
… mi alma huele a ti,
es por eso que sé que está aquí,
que al menos hoy no se ha ido a ningún lado.
Huelo a ti, amor,
a tu esencia
a tu fragancia
a tus desgastes
huelo a ti… no hay más.
Huelo a ti, amor… no me volveré a bañar.
Escribí estas líneas hace tantos años. Sin embargo, cada que alguien cautiva a mi mente, a mi alma y a mi cuerpo... las líneas vuelven a estar más vigentes que nunca. Como si las escribiera por primera vez.
Hace unos días, después de que me dejaste en mi casa, recordé línea por línea y las recité hasta llegar a la puerta de mi cuarto. En verdad olía a ti. Y fue delicioso. Amanecí con el sabor a ti en mis labios y con tus palabras en mi cabeza en un constante rewind and play. Qué maravillosos son los inicios, ¿no?
=)
Etiquetas:
Prosopoesía
martes, 6 de febrero de 2007
LA CARNE Y EL ALMA VOL. II
La carne y el alma… hoy no importa que no cuides de ambas, sólo tómala, tómame, ¿es acaso tan difícil?
Las ansias, la anticipación, las manos, la espera, las ganas. Respiras tan cerca de mí y no entiendes lo que provocas dentro. Me pego a tu cuerpo para sentir que estoy más allá de la piel, pero sabemos que no tiene importancia, si acaso podré sentir el latido de tu corazón golpeando tan fuerte como el mío… ¡y lo llamaremos deseo! Porque es deseo lo que ya no puedo ni quiero controlar.
Necesito tomarte, lo necesito, te necesito ¡lo juro! Me consume la imaginación. Me comen estas cosas que veo pasear por mi mente y que no puedo hacerte. Ya no puedo seguir pensándote. Tengo que tenerte, que tocarte, que besarte, que respirarte, que olerte… tengo que sentirte.
Y sedes. Dejas de torturarme. Admites que sientes la misma pasión.
Avanzan las palabras. La ropa se desvanece entre los labios. Las piernas encuentran de donde asirse. Los brazos descontrolados se mueven buscando más gemidos. Tus ojos, mis ojos: ya no hay segundos que sirvan de algo para explicar esto.
Por dentro y por fuera, la temperatura de nuestros cuerpos podría derretir icebergs. Los labios se vuelven abismos que arrastran las respiraciones y entregan destellos de cariño –ligero cariño escondido en un pasado olvidado. Tenerte dentro nunca fue tan doloroso y maravilloso al mismo tiempo.
Me encantaría morderte, arrancarte un pedazo del alma y averiguar qué hace esto tan complicado. Porque entonces ya no hay más gemidos, ni sudor, ni movimiento. Nos pega la calma. "Ha pasado tanto tiempo entre los dos, tantas personas, tanta distancia" piensan las confundidas almas. Los ojos se evaden. La ropa regresa y los cuerpos se esconden. El pasado que enterramos renace y sale desde las esquinas de la habitación. Pero no tardamos en empolvarlo con esas pláticas malsanas y vacías que tenemos al terminar.
Despedida. Rutinariamente “te llamo”. Pero no llamarás. No lo digas. Sé que no lo harás.
Te volteas, tomas tus cosas y vuelvo a lo mío. A eso mío que no comparto más contigo.
Y tendrá que pasar más tiempo. Tendrán que juntarse más ganas desesperadas para que ese teléfono tuyo vuelva a sonar. Y será mi voz. Mi voz desesperada repitiendo “¿es acaso tan difícil?”.
Las ansias, la anticipación, las manos, la espera, las ganas. Respiras tan cerca de mí y no entiendes lo que provocas dentro. Me pego a tu cuerpo para sentir que estoy más allá de la piel, pero sabemos que no tiene importancia, si acaso podré sentir el latido de tu corazón golpeando tan fuerte como el mío… ¡y lo llamaremos deseo! Porque es deseo lo que ya no puedo ni quiero controlar.
Necesito tomarte, lo necesito, te necesito ¡lo juro! Me consume la imaginación. Me comen estas cosas que veo pasear por mi mente y que no puedo hacerte. Ya no puedo seguir pensándote. Tengo que tenerte, que tocarte, que besarte, que respirarte, que olerte… tengo que sentirte.
Y sedes. Dejas de torturarme. Admites que sientes la misma pasión.
Avanzan las palabras. La ropa se desvanece entre los labios. Las piernas encuentran de donde asirse. Los brazos descontrolados se mueven buscando más gemidos. Tus ojos, mis ojos: ya no hay segundos que sirvan de algo para explicar esto.
Por dentro y por fuera, la temperatura de nuestros cuerpos podría derretir icebergs. Los labios se vuelven abismos que arrastran las respiraciones y entregan destellos de cariño –ligero cariño escondido en un pasado olvidado. Tenerte dentro nunca fue tan doloroso y maravilloso al mismo tiempo.
Me encantaría morderte, arrancarte un pedazo del alma y averiguar qué hace esto tan complicado. Porque entonces ya no hay más gemidos, ni sudor, ni movimiento. Nos pega la calma. "Ha pasado tanto tiempo entre los dos, tantas personas, tanta distancia" piensan las confundidas almas. Los ojos se evaden. La ropa regresa y los cuerpos se esconden. El pasado que enterramos renace y sale desde las esquinas de la habitación. Pero no tardamos en empolvarlo con esas pláticas malsanas y vacías que tenemos al terminar.
Despedida. Rutinariamente “te llamo”. Pero no llamarás. No lo digas. Sé que no lo harás.
Te volteas, tomas tus cosas y vuelvo a lo mío. A eso mío que no comparto más contigo.
Y tendrá que pasar más tiempo. Tendrán que juntarse más ganas desesperadas para que ese teléfono tuyo vuelva a sonar. Y será mi voz. Mi voz desesperada repitiendo “¿es acaso tan difícil?”.
[20 Oct 2006]
-Roxana B.
Etiquetas:
Cuento,
Prosopoesía
sábado, 3 de febrero de 2007
YOUTUBEANDO ENCONTRÉ...
...la gloria de este año.
Si no me creen, tiene que ver esto.
Era demasiada dicha para mí, me vi obligada a compartirla.
Si no me creen, tiene que ver esto.
Era demasiada dicha para mí, me vi obligada a compartirla.
Etiquetas:
Debraye
Suscribirse a:
Entradas (Atom)