Mi primer concierto fue parte del Dangerous Tour de Michael Jackson en el 93. Tenía siete años y todas las ansias del mundo por verlo en vivo y a todo color -fuese cualquiera que fuese su color-. Los boletos fueron regalo de última hora del jefe de una de mis tías y no dudó en llevarme a mí puesto que, por su culpa y la de mi mamá, yo era fan de él desde que tuve uso de razón.
El concierto fue todo lo que esperaba y creo que no hablé de otra cosa por varios meses. O sea: yo era bien fan de Michael. Ya después vino el desastre con las demandas y las operaciones y la sacudida que le dio a su hijo en el balcón entre otras muchas cosas que ya saben. Evidentemente se le safaron muchos tornillos en el camino, pero de que era un buenazo con su música y coreografías, lo era.
En fin, ya que hasta el Weather Channel habla de su muerte, yo sólo tenía ganas de recordar aquel 30 de octubre en el que pude "washawasear" sus canciones mientras lo veía hacer el moonwalk.
Cheers.