miércoles, 20 de enero de 2010

CERTIDUMBRES

Lo último que Abraham le prometió a su hijo fue que nunca más tendría que pasar ni hambre ni incertidumbre sobre el techo que lo cubriría al dormir. Lo que él no sabía era que al cruzar la frontera moriría de inanición en el desierto, dejando aquel gran sueño americano reducido a una pesadilla local. Ni su hijo ni su esposa volverían a saber de él; pocos meses después de su partida les quitarían su terreno para construir una nueva unidad habitacional que contaría con spa, gimnasio y unas palmeras con cocos.


-R. Blancas